jueves, 1 de noviembre de 2007

Open

No tengo manos,
tampoco puedes leerme entre las costillas
que se han astillado
junto al pasar de los carros
fuera de este encierro

veo tanto
en esta celda
húmeda
donde las horas/barrotes
oxidan los minutos

y se que nadie creería
que por esta rendija
pasan los hilos del mundo
desde mi boca
seca.

Me han dejado un reloj
sí, verde de musgo
e
inunda el hedor a nada

y, es ahora
cuando intento descubrir si aún tengo dientes
si puedo morder
y desencadenar
la
LIBERACIÓN.

7 comentarios:

igne fatui dijo...

que bueno que has vuelto

Anónimo dijo...

la liberación y el encuentro...

confrontación
contradicción y espiral

saludos

Gestores Judiciales dijo...

(Permiso)
Nos presentamos como un grupo de mujeres de ley, enfocadas principalmente al trabajo con niños y mujeres, Te invitamos a pasar por nuestro espacio, a ver si podemos aportar en algo a ti o a otras personas que requieran orientación.

Cariñosamente
Gestores Judiciales

Anónimo dijo...

Espero que sepamos reconocernos a la hora de liberarnos, si es que la libertad tiene sentido. Como cuando muerdes el hielo y no sientes nada.

BELMAR dijo...




TE DESEO
UN FELIZ
2008!!!

Anónimo dijo...

Ese poema está excelente. Hace muy poco, me hice un pan con tomate, queso, jamón y mayonesa, no había comido desde como las diez y estuvo tan bueno el momento comiéndolo, que en realidad es posible que haya sido el mejor momento de mi vida; estarme comiendo ese pan, en mi pieza, de noche, mientras planeo y voy una novela, y justo antes de hablarte a ti y decirte que ese poema está excelente. Bueno, saludos.

Rafael Galante dijo...

Puede que el reloj verde musgo se fume. Y una vez enteogenizada pases de puntillas junto al anciano de los relojes. Cuidado con hacer ruido. Aunque no sé a ciencia cierta que opinará de tu mordisco

Saludos

dadaontheroad.es