miércoles, 3 de enero de 2007

Adoquines

1- La Primera Piedra



Llevaba un vestido con flores
azul
-el suyo-
y se reía,
pero nunca lo hacía, sólo le gustaba fingir





Cuando vengas te diré
que no podía decirte nada
cuando jugábamos a las escondidas,
porque alguno de los dos debía ocultarse
y
ambos
correr

deben todos recordar lo mala que soy para los ejercicios,
las de/construcciones
y los labios abiertos,
porque tienden a las ventanas
y no miro
nunca lo hago


escucho

escucho susurros de los primeros años
que suben desde el piso,
como escalofríos,
y se multiplican,
como las calles rotas.


Me derramé un día…
las vértebras soportaron con dolor
paso a paso
sol a sol
hasta endurecerse
-revestirme-

y
re/fundarme.

3 comentarios:

patricio mujica dijo...

caminar por el principio
de todos
los principios

El flaco de la bicicleta blanca dijo...

Es agradable hallar, entre lo enmarañado de la red, espacios entre superfluas y profusas existencias. Aquí encuentro un halo de luz de la nueva poesía chilena. Ya te había leído alguna que otra vez en las yugulares, un gran colectivo de poesía que, por lo que mis ojos atestiguan, ha cesado de funcionar, lamentablemente. Existe un gran juego en tus poemas, un quiebre quizás isotópico que aplica una escisión, ampliando la lectura, como aquel otro párrafo, la doble línea de la que hablaba Barthes. Una diálectica de lo inverso, la reversabilidad del lenguaje (tratado por varios poetas, Juarroz, Parra)que nos dimensiona en la aparentemente díscolo: la construcción y la deconstrucción, la fundación y la refundación. Especialmente esos son los pequeños detalles que me llamaron la atención de tu poesía y que me agradaron, y un verso en particular:

"que suben desde el piso,
como escalofríos,
y se multiplican,
como las calles rotas."

Por lo otro, subjetivamente, me puede gustar más o menos. Con la nueva poesía (nunca hay novedades, ya lo decía Borges, no hay progreso sino re/visiones, miradas desde disímil ángulo) me sucede lo siguiente: lleva un tiempo degustarla, poder abstraerse de la eclosión epifánica de lo reciente. No quiero panegirizar, y por eso aplico mi propia crítica, la cual sólo puede resumirse a una cuestión particular de degustación.
Veo que estás en Visceralia, he oído nombrar de esa editorial (creo que también en concursos), te felicito.
Bueno, me voy retirando. Feliz año y saludos!

P.D: No comprendí con exactitud el comentario que hiciste a nuestro weblog sobre la "otredad", será cuestión de mi adolescente (del verbo latín "adolescere": adolecer, sufrir, padecer, como dice satíricamente una amiga poeta) percepción, o de mi escaso poder de intertextualidad, pero no llegué a dilucidar el mensaje. Gracias.

Ethaw dijo...

Un espejo de falso reflejo aquello que se logra multiplicar. He fundado muchos de mis preceptos en antiguas diatribas mas lo que viene siempre se adelanta a tu particular visión de las cosas. Reponerse es unas de las posibilidades como abandonar de antemano. Quizá busque como Cortazar esa otredad en el disímil rostro del que incesantemante no para de buscar.
Abrazos para lo que tenga que venir.